#aedemcr

Aquí teneis la nueva publicación de nuestra psicóloga Helena Barahona. 

 

El filósofo griego Heráclito afirmaba “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos.” Efectivamente, el agua que vemos hoy en el río puede parecer el mismo agua de ayer, pero no lo es. El agua avanza y retrocede, fluye, continúa su camino hasta el mar, y las gotas que formaban este río ayer, ya no están hoy, han sido reemplazadas por otras gotas iguales pero distintas.

                                                                                                     

                                                                                                             

Esta es la metáfora de nuestra vida: estamos en continuo avanzar, y no somos la misma persona que hace unos meses o hace unos años. Vamos cambiando, a veces a través de pequeños cambios que pueden resultar imperceptibles.

            Y lo mismo nos sucede cuando somos diagnosticados de una enfermedad que nos trastoca tanto como la esclerosis múltiple. No sólo nuestra vida se ve alterada, sino que desde el momento en que nos informan del diagnóstico vamos pasando por distintas fases que nos van cambiando.

            Así, podemos reconocer 5 fases:

            La negación, en la que nos resistimos a aceptar el diagnóstico. Esto es un error, esto no puede estar pasándome. Se han equivocado, voy a pedir opinión a otro neurólogo.

            La ira, en la que la rabia se adueña de nosotros. ¡Qué mala suerte tengo, todo lo malo me pasa a mí. Mecagüen…!

            La negociación. Si empiezo a cuidarme seguro que se me pasa.

            La depresión, en la que logramos hacernos sentirnos mal a nosotros mismos. No sirvo para nada, sólo soy una carga.

            Y la aceptación, el final del recorrido que nos permite seguir con el camino. A partir de ahora voy a cambiar mi estilo de vida, y voy a luchar por seguir adelante.

            Decía San Agustín, más desde un punto de vista filosófico que religioso, “Conócete. Acéptate. Supérate.” Y ese debe ser nuestro objetivo. Sólo podemos superar las circunstancias si nos conocemos y aceptamos profundamente.

Facebook
Twitter
LinkedIn