El objetivo general de la fisioterapia neurológica es mejorar la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple, de sus familiares o cuidadores, tratando de prevenir el deterioro y de recuperar las capacidades funcionales.
El fisioterapeuta trabajará sobre los síntomas motores y sensitivos para que la persona se recupere tras los brotes, tenga las menores secuelas posibles tras los mismos y alcance la máxima funcionalidad dentro de sus posibilidades. De este modo,
la fisioterapia neurológica constituye el principal recurso de tratamiento:
Reeducar y mantener todo el control voluntario disponible, así como las reacciones de equilibrio y enderezamiento.
Mantener la amplitud completa del movimiento de todas las articulaciones y tejidos blandos, enseñando al paciente y/o familiar estiramientos adecuados para prevenir contracturas.
Inhibir cualquier tono anormal.
Entrenar el equilibrio y la coordinación.
Mantener el buen estado de la musculatura, fortaleciendo siempre que se pueda los grupos musculares que proporcionan estabilidad y control postural.
Incorporar técnicas de tratamiento en la forma de vida relacionándolas con actividades diarias adecuadas, suministrando de este modo una forma para mantener toda mejoría que se obtenga.
Estimular toda experiencia sensitiva y perceptual, manteniendo la experiencia del movimiento normal, así como la percepción e integración del esquema corporal.
Entrenar la marcha, así como actividades aeróbicas suaves, siempre respetando y tendiendo presente la fatigabilidad del paciente.